Como los primeros días fuimos acogidos por François y Julie y ellos viven a las afueras de Montreal decidimos que eso de “ver campo” era una opción. Para hacernos a la Idea de cómo de grande es esto.
Para nuestra suerte y regocijo el hermano de Julie estaba ese finde en casa de la familia de su novia, una casita en el campo…
Para convencernos, mira que no somos difíciles, nos comentaron que acaban de recoger el lúpulo para la cerveza y que tendríamos la ocasión de degustarla. ¡YEAAAAH!
La casita resultó ser una casa de campo de los años 20 con un terreno de esos de “horizonte inabarcable”. Tenían maíz, lúpulo, abetos, pinos, arces y hasta terreno sin cultivar.
Ya que estábamos nos dieron un paseo por el bosque (tranquilos, no había osos) mientras nos explicaban los años que hacían falta para cortar cada tipo de árboles.
También estuvimos hablando de cómo se hace el sirope de arce, FLIPAAAA. Sigo preguntándome quien sería el primer loco que le dio por chupar de un árbol y decidir luego “reducir” su sabia para tener algo que ponerle a las tortitas, ¿tendría ya tortitas?
Después del paseo… ¡A LA BIRRA! Vimos el secado del lúpulo y estuvimos probando un par. ¿Que tendrá la cerveza que siempre está buena?
Como después de correr por el campo no podíamos volver a la ciudad al día siguiente salimos corriendo hacia un monte, el monte Saint Hilaire. Algunos lo llamarían colina, pero aquí es lo que hay. Un monte pequeño, una subida fácil y tres millones de ardillas más dos ciervos.
Debemos decir que hemos tenido medio suerte con las temperaturas. Y aunque el frio empiece a asomar su patita aun no hemos cambiado a un color azul. Eso si, hemos podido ver que las hojas de los arboles ya estaban cambiando, poco, sin prisa, pero algo había.
Era increíble le cantidad de bichos con cola que nos fuimos cruzando durante la subida. Y como no estábamos en japón hubo momentos en los que no nos cruzábamos con nadie. No duraron mucho, eso si.
Una vez arriba, super vista de toooooooo la región.
Pero lo mejor, el álbum que viene ahora
6 Comments
adela
septiembre 21, 2018 @ 12:58
Preciosas las fotos. ¿ Que son esas manos y donde estan?
. Lorco
septiembre 21, 2018 @ 14:38
Si las manos es lo que está en el barro…
Son huellas de animalicos 😉
Jota
septiembre 21, 2018 @ 16:45
Bigfoot!!!!????
Jota
septiembre 21, 2018 @ 16:47
Siempre acabais donde hay cerveza . 😉
Las fotos como siempre, espectaculares.
lorco
septiembre 21, 2018 @ 23:24
Lo de la cerveza es una maldición… y dentro de ná, México y el tequila!
Lo de las fotos… GRACIAS
Sol
septiembre 22, 2018 @ 20:18
Precioso paseo y un alojamiento de lujo! 👍🏼
Esos arces en otoño serán un espectáculo