Antes de poder decir nada de Chicago tenemos que decir MUCHO de nuestros anfitriones, todo bueno. Olga, Gaspar y familia no solo nos acogieron sino que nos hicieron un tour exprés de la ciudad que ya lo quisieran para sí las mejores agencias de viajes.
Así, contado en versión «top crono»
– Llegamos el Viernes, cena pizza Chicago y presentación de la casa, jardín y zona para correr al día siguiente.
– Sábado, desayuno tardío y visita al centro con Olga: Union Station, estatua de Picasso, estatua de Miró, rascacielos a ras de suelo con parada en boxes para una birra en Millers’ Pub antes de unirnos al resto de la tropa (Gaspar, Daniela, Lucía + Tito Guillermo y Tita Alba recién aterrizados) en Millennium Park y su Cloud Gate (los amigos la llaman «el frijol») donde disfrutar brevemente del festival mejicano por «El grito». Por último, cena en un pub irlandés (con una suculenta hamburguesa de Bambi) y para cerrar con broche auténtico : un concierto de BLUES. ¿Habéis leído sin respirar? Pues preparaos para el día siguiente.
– Domingo, partido de rugby/futbol americano liga infantil (a animar a las cheerleaders), visita de la zona de los museos con vistas increíbles del perfil de la ciudad. Para repostar, nada mejor que el barrio chino y sus opíparas raciones de comida asiática, seguidas de una soleada y espectacular travesía de los canales en Chicago Water Taxi con desembarco en la Milla Dorada (Magnificent Mile). La copa más cara del mundo en el Edificio Spiaggia, en The Signature Room. Paseo nocturno en Chicago Water Taxi y como no podía ser de otra manera, terminar el finde en la cervecería Lagunitas. Y a dormir.
No si si alguno os habéis parado a contar las cosas, pero a mí, así a ojo, me salen tropecientas por hora. Si además tenemos en cuenta que íbamos mirando arriba, abajo, a los lados y, a veces, debajo nuestro… Salimos de Chicago contentos como niños, eternamente agradecidos y puede que presos de la emoción les hayamos cambiado los nombres a la mitad de las cosas que visitamos 🙂
Ya entrando en detalles, dejadnos tan solo contaros un par de cosas que nos hicieron especial ilusión, nos ha costado sintetizar, en serio, pero allí van.
UNION STATION. EPICAS RECREACIONES DE LA ESCENA DE LOS INTOCABLES DE ELLIOT NESS ¡SUBIDON! TODOS LOS ESCALONES de esas escaleras, todos y cada uno de ellos. TELA
RASCACIELOS. Hay mazo y están como muu junticos, no parábamos de mirar para arriba. Hasta hay unos que, demostrando ese humor fino, han re-bautizado como «las mazorcas». Entre otros edificios emblemáticos : el de la Cámara de Comercio (UTILIZADO EN BATMAN : THE DARK NIGHT), el del Carbón, el del Chicago Tribune, el Trump Building… Nada puede compensarte del disgusto que es pasar por delante del Trump Building como adquirir un simpático «Donnie the poo«.
EL FRIJOL. En eso de re-bautizar no hay quien les gane, el Millennium park y su anfiteatro no podían estar mejor acompañados que de un GRAN frijol reflectante. Tan grande que no había ni que hacer cola para hacerse fotos. Mil de risas.
BLUES. Yo que iba medio engañado, nos dijeron que terminaba a las once de la noche, y justo a esa hora una señora que podría ser la abuela de mi abuela, pilló el micro y para cuando nos marchamos, cerca de la una y después de haberlo dado todo, estaba sentada a la batería e iba a empezar a cantar y a tocar al mismo tiempo. Puede que siga allí…
LAS ANIMADORAS. La hija menor de Gaspar y Olga está en el grupo de animadoras del cole y tenían que animar un partido el domingo, BRUTAL. Totalmente dentro de un domingo americano. Cual Hiro Nakamura, fuimos allí a «salvar a la animadora y salvar el mundo». Nos reímos, nos reímos y todo el mundo disfrutó. Eso sí, al cabo de los dos primeros cuartos, nos piramos…
EL BARRIO CHINO. En sí, normalito, pequeño, pero comimos como reyes y es sin duda el mejor lugar para pillar el taxi bus. La idea de usarlos para visitar los canales es de guía profesional. No sólo es mucho más barato que una visita, sino que además es más completo. Ole ahí las gentes majas y listas.
VISTAS DESDE THE SIGNATURE ROOM. Es plano Chicago, muy plano, y desde la planta noventa y cinco se te quitan todas las dudas. Qué alto estaba aquello, merece la pena subir y puede que pagar la copa. Eso si, no paguéis dos o pedid algo barato… El lago Michigan, lo de que es un lago lo supimos cuando atisbamos la otra orilla desde este rascacielos… No es ancho ni ná.
LAGUNITAS. Una fabrica de cerveza donde tienen un bar, te dejan probarlas, visitar las instalaciones y la decoración invita a querer trabajar para ellos. ¡Increíble!
Justo después de salir de la cervecería llegamos a casa, nos despedimos, dimos mil gracias, olvidamos que Gaspar y Olga nos firmaran las mochilas. Menos mal que Guillermo y Alba pudieron dejarnos un autógrafo. Ya solo nos quedaban 16 horas de coche para volver a Montreal y pasar allí una semana más.
Pero eso, otra historia…
9 Comments
adela
septiembre 30, 2018 @ 09:47
PRECIOSAS LAS FOTOS. A ELEGIR ME QUEDO CON LA DE TU » MUERTE » EN LAS ESCALERAS Y LA QUE TE DA CARA DE MALOTE CON LA GORRA LADEADA. YA VEO QUE FUE UNA VISITA CONTRARELOJ, PERO OS VALIO LA PENA. LAS VISTAS IMPRESIONANTES. Y LO DE SUBIR A LA PLANTA 95, LO DEJAMOS PARA CUANDO VAYAMOS CON TU MADRE.
lorco
octubre 1, 2018 @ 04:01
INCREÍBLE y mira que no somos nada EEUU, pero la ciudad mereció la pena
Paco
septiembre 30, 2018 @ 10:54
¡Que envidia, ver y pisar las icónicas escaleras de la estación…y poder emparmarla, en un instante, con sus originales cinematográficas de Odessa!
lorco
octubre 1, 2018 @ 04:02
Mira que nos acordamos de vos!! Si llega a pasar un carrito de bebe hubiéramos tenido que pedirlo prestado 🙂
Sol
septiembre 30, 2018 @ 19:31
Pues os ha quedado una guia de Chicago de diez! lo de la abuela del Blues me ha encantado 😀 ese es el espíritu!
lorco
octubre 1, 2018 @ 04:03
Seguro que la jodia esta AUN allí, dándolo TODO
ELENA NAVARRO
octubre 2, 2018 @ 20:55
Como mola!! Y los guías los mejores eso sin duda.
lorco
octubre 2, 2018 @ 21:00
Tenéis que ir!! Molo mil
Nerea
octubre 8, 2018 @ 03:55
De nuevo, llego tarde a todos los comentarios pero no por eso me hace menos ilusión leerlos. Gracias a todos y GRACIAS Paco por tu primer comentario en… ¡desde siempre! A ver si nos lo montamos bien y te animas a escribir más a menudo. Besakos