Llegar a esta isla es sentirse un cajero automático en el minuto uno, nada más llegar, justo después de mirarte la cara te piden 100 dólares, efectivo por favor. La tasa turista de este lugar es algo serio.
CIEN DÓLARES y aún no has visto ni la sombra de una tortuga.
Poco a poco la sensación desaparece, pero son 100 de tasas, 6 del autobús, 3 del ferry y solo entonces estás fuera de la isla del aeropuerto (Baltra). Evidentemente hay OTRO aeropuerto pero está más lejos de Santa Cruz
Al llegar al ferry un taxi, habíamos hecho nuestros deberes y sabíamos que lo ideal era ser cuatro, así compartíamos gasto y todos más contentos. Pusimos el ojo y el oído en todos los pasajeros del ferry y conseguimos DOS que iban a juntarse para pillar taxi, preguntamos y SUERTE, aceptaban dos más. La bola extra es que los dos eran guías de la isla y nos hicieron un resumen de lo que hacer en los cinco días que pasaríamos allí.
Con la idea de BUCEAR lo máximo posible y ver tortugas sin romper la hucha llegamos a un compromiso, bucear dos días, ver la isla los otros tres.
Buceo
No estábamos en temporada alta, no era época de bancos masivos de tiburones, aún así vimos (o casi) los tres tipos de tiburones (Nerea se perdió el martillo por ir detrás) mantas desde el barco y dentro del agua, lobos marino, tortugas, un pez luna más grande que yo, anguilas, nudi branquios…
El agua estaba fría pa su madre y todas las inmersiones eran a más de veinte metros. Si a eso le sumamos que las olas hacían que el entrar y salir del barco no fuera fácil. Me atrevería a decir que no es uno de los mejores sitios donde hemos buceado.
¿Lo volveríamos a hacer? Sin duda, somos medio tontos y donde fueras…
Si vas a Galápagos, bucea, bucea, bucea, puede que veas cosas inolvidables y seguro, por malo que sea el día, veras bichos como en ningún otro lado 🙂
Turismo terrestre
No todo iba a ser bucear, también se podía explorar los alrededores.
La laguna de las hadas con su tortuga residente y la visita de algún Lobo marino buscando calma.
La playa brava y la playa tranquila : una de aguas cristalinas y arena fina pero helada y de marea fuerte y la otra de fondo arenoso, protegida de la marea por un arrecife e igualmente fría. Las iguanas viven por todas partes, pero anidan justamente en esta playa, por lo que el visitante debe mirar por dónde pisa.
El centro de preservación Darwin, nos sirvió para conocer detalles sorprendentes sobre el proceso de recuperación de las especies endémicas de tortugas de Galápagos. Por ejemplo, que tuvieron que repatriar a Super Diego para que copulara así como con todas las hembras de su especie que aún quedaban vivas. Llegó a concebir unas 200 tortugas. Se murió cansado pero contento.
El último día, de camino al aeropuerto, tuvimos la suerte de visitar el Rancho Primicias donde las tortugas gigantes campan a sus anchas e incluso en algunos casos, se dedican al “amooooooor” para deleite de sus ojipláticos visitantes.
Por último, dos pozos gigantes cuya formación recordaba curiosamente a una versión seca y mucho más grande de los cenotes mexicanos. De nuevo, la naturaleza te pone en tu sitio, somos un mosquito en el Universo.
1 Comment
adela
febrero 17, 2019 @ 14:48
QUE MARAVILLA, Y QUE DE ANIMALES ACUATICOS PRECIOSO. ME ENCANTAN LAS ESTRELLAS DE MAR Y ME RECORDABAN A LAS QUE VIMOS EN FILIPINAS. MAS Y MAS ENVIDIA, Y NO SANA.