Septiembre era el mes de la partida, pero
cada uno lo pasaría en su casa, preparando su maleta.Despidiéndose de los suyos y disfrutando de esos pocos días que nos quedaban.Yo los pasé con los amigos, saliendo a correr, saliendo a comer (hace tiempo que no salimos a beber) y con la familia, disfrutando de playa hasta el último día.El primer vuelo sería desde Barcelona, una excusa para poder ver a amigos y para no pasar los últimos tres días en España con la familia, así tendrían más ganas de vernos en octubre del 2019
7 de septiembre 2018 BarNA, pero antes…

Llenar la maleta de recuerdos de quienes nos van a seguir en la distancia y de los que vamos a ver durante el viaje. Los últimos adioses, los últimos besos de los recién llegados como Tali, los últimos brindis en familia y el último regalo de Don Paco. Los amigos de la Coral en fotos de adolescencia que parece que sacamos anoche mismo y que me acompañarán en wassap a deshoras.

semana1 - sobrina

semana1 - puertoBand

Las de la “Colloc des Camélias”, cuyos miembros giran y giran en el “tourbillon de la vie”. Dos de ellos serán nuestros anfitriones en este viaje, Aurora “la vecina cuentacuentos” en un par de semanas, después de 10 años sin vernos. Fabrice “el polifacético” casi al final, un mes antes de volver a Tokio.

La ropa prestada viajera : Elen, mil gracias por ese bañador de improbable floreado pero que le ha dado glamour a mis posados anaobrenescos. Y esa camisa que le ha puesto el toque de clase a una mochila llena de ropa de batalla. Ay, Maricarmen, ¿el anillo pa cuando?

Empezar a buscar mi camino hacia Mahal por el metro y las calles de BNA, encontrar “Casa Deli” por separado y encontrarnos allí. Y es que Adela también nos acogió en nuestras primeras noches reunionesas, antes de Francia, antes de Asia, antes de todo. Y también fue Adela quien metió a Aurora en nuestras vidas, ¿o a nosotros en la suya? Dieciocho años, un Elías y unos cuantos encuentros en Barna, Almería y Cádiz, seguimos mirándonos y reconociéndonos… y dándonos caña. Solo una cosa pendiente, volver a la reunión y dejar de trabajar por dinero. Todo llegará…

 

semana1 - logo
En Barna, por un azar del mundo, conseguimos la que sería nuestra inseparable compañera de viaje.
¡TAGLIATELLA!
Semana 1 - Tagliatella
Fuimos a comer con Felip a esa extraña cadena y la comida que sobró se vino con nosotros en nuestra “bolsa extra” La cabrona aguantó hasta el final del viaje.
Parecía improbable, pero sí, consiguió hacernos un hueco y vimos a Felip después de algún tiempo sin poder coincidir. Las risas de siempre, la complicidad con Mahal, eso que buscamos en donde quiera que vayamos: su hermano “parisino” de otra madre. Lo más improbable de aquel encuentro, nos fuimos de allí con las sobras en una bolsa que se convirtió en objeto indispensable de la vuelta al mundo para todo lo que no nos cabía en las mochilas. Tagliatella, te mereces un ola.
Otro clásico de BNA es Magda, Magdeta. Nuestra catalana. Nos conocimos los tres a la vez y no sabemos todavía quién tiene la culpa de qué. Lo que sabemos es que cada despedida es la antesala del próximo encuentro. Y en este caso el encuentro corrió por cuenta de Pablo (ese solete), que eligió un sitio para cenar que quitaba el sentido. Menudo festín para despedirnos del mundo conocido. Fins aviat!

Pero espera que aún teníamos hueco para cruzarnos con dos celeeeeeebritiiiiiiis (leer en plan Joqauín Reyes). La primera, en el barrio de Adela : Berto Romero, ahí es ná. Y la segunda en el mostrador de facturación, Mos Def/ Yassin Bey.
Y no, noy hay selfies porque la admiración también puede ser de lejos y sin molestar. Y ahora que hablamos del aeropuerto… Horas antes de despegar, todavía teníamos abrazos que dar y recibir. En este caso, otro gran clásico de Barna pero antiguo, muy antiguo… el único y siempre auténtico, Berto del Puerto. Una de esas personas que le dices, ven… Y VIENE CON UNA SONRISACA!!! Todo esto y ni siquiera hemos empezado el viaje… jajaja

semana1 - barna4estaciones

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Volando voy

Una publicación compartida de Mahales Por El Mundo (@mahalesporelmundo) el

 

El primer vuelo fue sin incidentes hasta la llegada, recordáis el capítulo de la mochila?
Ese primer incidente nos hizo ganar un pequeño recuerdo de casi cada sitio que pasamos. Todo el mundo nos firmaba las mochilas, una manera fácil, barata y práctica de no olvidar a la gente y de saber que nuestra mochila sería única 🙂
Descubrimos que el pollo asado es algo así como un “plato tradicional” de Quebec/Canada y nos pusimos en marcha hacia lo que ya os contamos en los artículos precedentes.
El viaje comienza, cielos azules que parecen interminables desfilan por la ventanilla. Pero son finitos esos cielos, bajamos en MTRL y allí nos esperan Julie, François y la
pequeña Florence (el bebé más adaptable que he visto hasta ahora). Lo de la hospitalidad “quebecoise” no sé cómo será en otros sitios, pero este par supera todo tipo de expectativas.
(Despues de comentarlo llegamos a la conclusion de que Nerea habia mezclado los dos primeros días, la cola, la biblioteca y el festival de música fueron el segundo, lo del
pollo sí que fue el primero)
Estuvimos en un sitio super chulo para comer, con una cola para entrar… que nos dio igual porque estábamos de charla y de cachondeo. Luego a seguir paseando en pleno festival de fin de verano con música en vivo y la calle petadísima (la bebé tan pancha!), parada en boxes en la biblioteca central (una pasada de sitio y con retretes impolutos!). Para cuando volvimos a casa después de cenar “pollo asado” era medianoche y ya habíamos visto medio MTRL.
Por supuesto, el episodio “Colega, ¿dónde está mi mochila?” se saldó no solo con una deuda infinita con Julie y François, sino con un sistema para evitar volver a confundirla: primero colgarle al duende del jueves (mi llavero) y segundo, pedir a cada persona que cruzáramos el tiempo de una
birra, que nos dejara una firma, un dibujo, una frase, de recuerdo.
Pequeñas cosas que nos sorprendieron en esa primera semana,
– la locura de las cervezas que se ha apoderado del mundo (en serio, en todos lados hay micro brasseries)
– que detrás de la casa donde nos quedamos había varios circuitos para salir a correr, de 5,10 y 20 kilómetros. Con indicaciones de puntos de agua y baños. IN CRE I BLE
– LO GRANDE que es America (siempre hablando del continente)
– Nos pusimos también ciegos a poutine (pronunciado putin), esa extraña mezcla de patatas fritas con cosas que bien valen una visita.
– No fuimos a ningún partido de hockey. Era pretemporada y al final no cuadró la cosa
– Debimos andar unas 40 horas esa primera semana por Montreal, la ciudad es bonita y se deja pasear
– Flipamos con lo complicado, entre comillas, que fue llegar a la ciudad en tren. Solo había trenes a horarios de entrada al trabajo. Los autobuses, aunque más lentos, tenían más horarios. El conductor que nos llevó a nosotros al centro era un cachondo que se estuvo riendo con nosotros todo el viaje. Por supuesto aprovechó para decirnos que nos llevaba porque no éramos franceses :):) Los canadienses TAMBIÉN
se ríen de los franceses
semana1 - horarioAutobus– Las putas ardillas están por todos lados y son ENORMES
– Hicimos una paella y una tortilla de patatas para agradecerles el alojamiento a François y Julie.
Flipeeeeee porque el padre de François tenía una paella/paellera en su casa. En serio, la había comprado
en España y la usaba de vez en cuando 🙂 No pudimos encontrar azafrán, usamos un tipo de colorante raro y listo
– Fuimos a un decathlon que acababa de abrir, no sería el único durante el viajeAl no estar allí durante el invierno no se si podría soportar la ciudad de verdad, pero el poco rato que estuvimos me gustó. La impresión que me dio era la de una Francia más relajada, más sonriente y algo más cálida.
El acento quebecuas, decir que sin problemas es mentir, cuando se ponían locos a hablar entre ellos a 100 por hora era IMPOSIBLE, maldita sea. No era solo acento, era todo un nuevo idioma 🙂
Tras visitar con nuestros anfitriones la campiña quebecoise (post), era hora de descubrir la ciudad solitos y dejarles tranquilos. O ese era el plan, pero casi no lo conseguimos. Es difícil de creer que uno pueda llegar a la estación con todo preparado y se dé cuenta de que :
1) Solo venden billetes a primera hora para el tren que sale temprano lleno de gente que va a la city a currar.
2) No hay operarios trabajando en la estación después de las diez de la mañana, aunque haya trenes…
3) Hay autobuses (pero necesitas el importe exacto y no aceptan tarjetas de crédito). De nuevo la maquinaria de acogida se pone en marcha y los pasajeros nos dejan lo suficiente para pagar dos tristes billetes de bus a la ciudad. ¿Tienen guías en MTRL? No lo sabemos, pero ¿quién quiere un guía cuando puedes seguir a una simpática ardilla urbana? Así llegamos a la iglesia de St Patrick, y apartir de allí, todo fue bastante improvisado: el puerto, el Marché du Bonsecours, una exposición de los ganadores del WORLD PRESS PHOTO 2019 y para cerrar, una cervecita en la puerta trasera del Marché.La hospitalidad de François y Julie exigía al menos una cena “typical spanish” en casa : tortilla de patata y salmorejo. Otra cosa no, pero cómo nos gusta zampar a los cuatro… 😉
Ah! Y llevamos a Julie a su primera visita a Decathlon… jajajaja
semana1 - birra

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Naturaleza 2

Una publicación compartida de Mahales Por El Mundo (@mahalesporelmundo) el