Tras apenas 8 horas de coche llegamos a Niagara para pasar allí la noche de camino a Chicago.

Ya nos habían dicho que era zona de casinos, turistas y bodas. Aún así teníamos ganas de ver si Superman andaba por allí, nunca se sabe cuando se puede caer un niño.

Por la noche las cataratas están iluminadas y no quedaba muy kitsch, nos hicimos el paseo entero, nos mojamos lo justo y nos fuimos a cenar.
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Cena en otra cervecería (esta siendo lo habitual estos días) y pronto a dormir que a las 8:30 pillábamos el barco que te acerca a la cascada.
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Si vais, no dudéis, hay que hacerlo. Madre mía qué de agua cae…

NG_Arcoiris

Volvimos al hotel, volvimos a subirnos al coche y ¡A CHICAGO! Ocho horas más de coche, allá vamos.

Y como había fotos pa aburrir, pues otro álbum