¿Cómo se puede empezar el relato de este viaje? Revisando las fotos del álbum nos damos cuenta de la cantidad de historias que se esconden como «matrioskas» en cada lugar visitado.
Pues sin duda, lo mejor es empezar por el principio. En Lima tuvimos nuestra primera lección de arquitectura religiosa peruana, en el convento de San Francisco, una de las visitas más completas, con catacumbas incluidas. No sabíamos que antiguamente se enterraba a los feligreses DEBAJO de la iglesia. Imagínate todo eso ahí… Hasta 1808 no se construyó el primer cementerio en la capital.
¿Qué más encontramos en el centro? La Casa de la Literatura (bellísimo edificio de art nouveau) que transmite también la riqueza inmensa de lenguas originales que aún sirven para transmitir una cultura ancestral. A pocos metros, la Catedral de Lima, imponente. Y por todas partes, su gente, que llena las calles de vida.
Y ahora sí, hay que comer, y qué mejor que un salón de comidas para los trabajadores de las oficinas que dan al centro de Lima un ritmo animado. Volvemos dando un paseo hasta la costanera y mientras algunos hacen deporte, otras nos tomamos un trago/café frente un horizonte inabordable. Telón.
Nuestro próximo destino será Nazca, vamos en bus. Es un flipe, ventana panorámica y unos paisajes marcianos. Las señales nos llevaron allá, pero lo que vimos de camino, no nos dejó indiferentes. Por ejemplo, la zona de Asia. Asia es como un Tatouine de nuestra época. Sol, viento, arena. El Pacífico que nunca deja su lado, es casi surrealista.
Llegamos a Nazca : Había que subirse a esa avioneta para ocho pasajeros y hacer piruetas en el aire para pillar los mejores ángulos para las fotos de las «huellas de Nazca». Intenso, muy divertido… Si además, eres capaz de mantener el contenido de tu estómago dentro de tu cuerpo, entonces fenomenal! 😉 Os dejamos juzgar si valió la pena en el álbum. Para la anécdota: en efecto, hicieron la antes de tener vistas aéreas de la zona… y le cortaron la cola al lagarto.
Desde allí continuamos hacia Arequipa y Valle del Colca.
En Arequipa, seguimos volviendo atrás en el tiempo, 1700… ¿Cómo era la vida de las monjas en un convento? Excelente manera de tomarle el pulso a la época y darnos cuenta, que todo está inventado. Bienvenidos al Convento de Santa Catalina, el convento de LUJO favorito de los ricos para esconder a sus hijas (con sirvienta y casa propias pagadas ambas por su familia). Si era menester casarlas, se iban del convento y punto. Y si no, allí estaban haciendo punto y regando el huerto. En una visita al convento, el papa de turno consideró que aquello no era un convento de verdad y decidió que las hermanas trabajaran para la comunidad. No contento con eso, dio la posibilidad a las criadas de hacerse monjas poniéndolas al mismo nivel que sus antiguas señoras. Muchas damas de la nobleza peruana se sintieron ofendidas y abandonaron el convento, las muy pencas. Fue curiosamente en el claustro de este convento donde descubrimos sirvientas ocultas de los artistas criollos, como las «Últimas cenas» con menú americano, cuy o choclo (maíz).
El sitio además está super cerca de la Plaza de Armas, con la Catedral y rodeada de restaurantes todos cubiertos pero de cara a plaza. En los callejones se puede comer igual de bien y más barato, solo que no tienen vistas. De cualquier modo, comer bien en Perú no es un problema.
Juanita, la Niña de los hielos. Esta momia conservada en Arequipa en una urna de cristal helada (o casi). No es la única ofrenda humana que se ha encontrado en esta zona, pero es sin duda la más popular. Hace muchos muchos siglos, cuando se requería la intervención de las fuerzas de la naturaleza, se enviaba a los elegidos en una comitiva que caminaba durante meses hasta llegar al «apu», donde eran adormecidos, sacrificados y cuidadosamente momificados.
¿Y fuera de Arequipa? La estepa peruana y sus moradores añaden una capa de piel a este decorado que puede resultar áspero en algún momento, pero que acaba siendo muy acogedor. Con dos o tres días se pueden hacer excursiones al valle/cañón del Colca. Nosotros confundimos los términos, y así acabamos en un tour con noche en el Colca la mar de apañado y mucho más breve que la excursión completa al cañón. Nada más entrar en la Reserva Nacional, empezamos a ver vicuñas en libertad (bebiendo, pastando, descansando…) y en la primera parada, hubo un conato de interacción entre una llama y nuestro querido Tito Guille. Tras tamaña proeza, fue necesario meternos en aguas termales.
Al mismo tiempo, te vas preparando para los Andes. No solo la altura te afecta, los edificios se hacen más rústicos pero también más acogedores. El aroma de infusión de mezcla andina (cedrón, menta, coca…) habita nuestras mañanas casi siempre durante nuestra estancia en los Andes.
Además, tuvimos la suerte de ver el vuelo del cóndor en un marco impresionante y descansar en unas aguas termales al aire libre. Y de nuevo volví a arrepentirme de no haber traído el 300 al viaje. Aún así, Lorco consiguió imágenes nítidas, ¡gracias!
Por si lo había olvidado, se trata de un área volcánica muy activa. De hecho, el Sabancaya estaba echando humo durante nuestro viaje de ida.
En este artículo encontraréis toda la información que nosotros no aportamos aquí, desde datos geológicos a precios.Gracias a sus creadores : https://viajeseideas.com/condores-tour-por-el-valle-del-colca/
Y pasito a pasito, empezábamos a acercarnos al que sería nuestra última experiencia en Perú, pero eso es otra historia…
Y el álbum
1 Comment
adela
abril 11, 2019 @ 11:56
EL REPORTAJE DE PERU ES FANTASTICO Y LA COLECCION DE FOTOS PRECIOSA. LA ENVIDIA ME ESTA MATANDO PERO TENGO CLARO QUE HE DE CONFORMARME CON ESTO. ¡ MI EDAD NO ME PERMITE SUBIR AL MACHU ! QUE SE LE VA A HACER. Y LAS IMAGENES DE NAZCA OS HAN SALIDO DE LUJO. SON PRECIOSO ALGUNOS TRAJES DE LAS MUJERES, Y DESCUBRIR TUS DOTES PARA LIGARTE A UNA LLAMA, GUILLERMICO, ME HAN DEJADO ANONADADA. ¡ VIGILA A ESE HOMBRE, NEREA !